19 de desembre 2013

Fin de MOOC

Aprendiendo en un MOOC.

Después de algo más de 6 intensas semanas, finalizo un MOOC sobre MOOCs (para las personas que aún anden un poco despistadas, Massive Online Open Course, o sea, curso online masivo abierto): http://www.ehu.es/ehusfera/ehumooc/

Ha sido un constante ir y venir entre la plataforma que ha servido de soporte al curso http://campus.metauniversidad.com/index.php y la red social http://ehumooc.ning.com. Largas horas de recopilación y acceso a recursos en distintos formatos:

  • elaborados y/o recomendados por el profesorado que nos guiaba en el curso
  • elaborados y/o recomendados por otros compañeros o compañeras
  • o simplemente de descubrimiento a través de enlaces que me llevaban a otros enlaces o de los buscadores de la red
Otras tantas horas de procesamiento, reflexión y curación de los contenidos intentando extraer la mejor esencia de cada material.

Para, finalmente, poder reutilizar, crear y producir un contenido en forma de actividad propuesta o simplemente, tener una excusa para generar una entrada en este blog... ¡mentira! este no es el "final", porque durante este proceso había entradas en la red social por parte del profesorado o compañeros y compañeras... y cada cual publicaba las respuestas a las actividades... y te gustaría hacer aportaciones, y recibirlas, y validar y contrastar... y a todo esto, acababa la semana y empezábamos un nuevo bloque de contenidos... un proceso cognitivo conectivista vertiginosamente apasionante.



¿Por qué funciona un MOOC?
  • porque es masivo. Esto es, no tiene límite de inscripciones. Aunque un exceso puede provocar desorientación y dispersión, la variedad puede llevar a aprendizajes especializados y distintos dentro de un mismo MOOC a causa de los diálogos paralelos que puedan llegar a darse.
  • porque se hace a través de la red (internet). Y con ello, multitud de herramientas a disposición de la conectividad de todas las personas participantes. Una red en la que, conociendo sus principios básicos de navegación, proporciona una gran libertad de circulación de ideas. Y todo ello sin estar ligados a un espacio físico.
  • porque es abierto, tanto en acceso como en contenidos. Es decir, no limita el acceso aunque no por ello deja de informar de los conocimientos o capacidades mínimos para sacar el máximo provecho del curso. Pero también son abiertos los recurso educativos que utiliza propiciando su reproducción y propagación.
  • porque tiene una estructura de curso. O sea, que se desarrolla en un marco temporal y fija objetivos o partes intermedias que se van sucediendo y alcanzando. Del mismo modo la evaluación adquiere una singularidad excepcional. No sólo es el personal docente o experto el que valora los avances conseguidos sino que la autoevaluación y la evaluación entre las personas participantes del curso adquiere un peso importante socializando el reconocimiento del trabajo realizado. La cuantificación y reconocimiento de esta valoración será uno de los elementos que más deberá evolucionar si se quiere tangibilizar el esfuerzo de invertir tiempo y conocimiento en la realización de cursos de este tipo. He aquí las corrientes que advierten del modelo de negocio de este formato de cursos en el que, a priori, se le supone una total gratuidad. Hay quien apunta que la certificación de estos aprendizajes puede ser una vía de ingresos económicos actuando sobre una economía de escala.
Aunque lo que realmente hace que funcione un MOOC es la gente que participa. Tanto desde el rol de guía-conductor/a-profesor/a como de alumno/a-explorador/a. Personas que cumplan los requisitos de tener interés en el contenido; voluntad de compartir y construir; capacidad de moverse en internet a través de distintas herramientas... y tiempo, sin prisa pero sin pausa.



MOOC y redes sociales, una conjunción necesaria.

En mi opinión no podemos juzgar si los MOOC son buenos o malos. Ni tan solo definirlos como un estado finalista en sí mismos.

Los MOOC aparecen como un eslabón en la evolución del aprendizaje en el que la presencialidad no es requisito imprescindible. En el que la esfera individual resultará ineficaz si no es proyectada para producir un efecto multiplicador junto con la de todos y todas las participantes del curso. Se supera la estructura tradicional de la docencia de la persona experta que administra información en las dosis que considera oportunas y evoluciona a un entorno en el que la información es socializada a través de la red.

En un contexto de infoxicación, el objetivo del aprendizaje no es la transmisión de contenidos o información sino la generación de conocimiento como producto final de un proceso continuo de recopilación, reutilización, procesamiento, creación y validación... para volver a iniciar el ciclo.

Los MOOC articulan este ciclo sistematizando en el espacio y el tiempo un formato de curso. Para ello se sirve de las distintas tecnologías y aplicaciones que discurren a través de internet (por cierto, de momento, gratuito). Esta socialización de los procesos de enseñanza-aprendizaje nos da el potencial de estar conectados con todo el mundo creando MOOC parecidos a comunidades de práctica de duración limitada en la que nos podamos integrar en función del momento que precisamos un aprendizaje. Algo así como lanzar una pregunta y atraer a multitud de personas con esa misma inquietud que, en red, puedan encontrar los nodos expertos que les permitan alcanzar nuevos conocimientos transferibles a una necesidad real.

I así durante toda la vida... o sea, en un PLE (personal learning environment).


¡¡¡Salud!!!



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